Las maderas se queman en la hoguera,
viejas ramas de robles y de hayedos,
han crecido en el monte largos años
y al final se talaron con los leños.
Viejos troncos de formas retorcidas,
que sufrieron rigores en invierno,
con calor en los días de verano,
y caricias de nieblas y de helechos.
Hay historia en las ramas que se queman,
suenan voces que son como lamentos,
es la brisa pulsando suaves notas,
con susurros llegados con el eco.
Teseo ©
18/09/08