Me asusto al pensar que te he perdido,
el miedo me atenaza la garganta.
Es un miedo cerval, es un latido,
que avisa que tu néctar me atraganta.
Camino con el llanto y el gemido
en medio de una vida que me espanta,
que deja con las olas su rugido,
que marcha hacia la nada y te suplanta.
No sé donde te encuentras, confianza,
quízás estás en mi y no te he visto,
quizás en esos cielos de bonanza.
Quizás estás tan cerca que te mueres,
sufriendo, como yo, que ya no existo,
buscando el dulce amor, el que tú quieres.
Teseo ©
05/10/08