Buscabas aquel hombro en que apoyarte,
buscabas aquel pecho generoso,
la mano y la caricia para darte,
el roce de su dedo presuroso.
Entonces encontraste el estandarte,
el cuerpo tan viril y valeroso,
el hombre y el guerrero con su arte,
el niño con el pelo tan canoso.
Buscabas tantas notas del pasado,
quizás con ese tinte reprimido,
que hacía que tu andar fuera cansado.
Yo dije en un susurro que te amaba,
sintiendo en tu volcán ese latido
y, arrancando en tu pecho ardiente lava.
Teseo ©
25/12/08
buscabas aquel pecho generoso,
la mano y la caricia para darte,
el roce de su dedo presuroso.
Entonces encontraste el estandarte,
el cuerpo tan viril y valeroso,
el hombre y el guerrero con su arte,
el niño con el pelo tan canoso.
Buscabas tantas notas del pasado,
quizás con ese tinte reprimido,
que hacía que tu andar fuera cansado.
Yo dije en un susurro que te amaba,
sintiendo en tu volcán ese latido
y, arrancando en tu pecho ardiente lava.
Teseo ©
25/12/08