lunes, diciembre 29, 2008

ME ENTREGASTE UN TESORO



Me entregaste un tesoro sin pedirlo
entre ropas y envuelto con pañales,
traía su sonrisa seductora
y unos ojos azules, adorables.

La paz que desprendía su mirada
llegaba como el canto de las aves,
un leve escalofrío yo sentía,
en medio de aquel cuadro sin encajes.

Había tanta nota suspendida,
había mil sonidos apreciables,
con rayos de ilusión y de esperanza,
dispuestos a sonar en aquel baile.

Teseo ©
29/12/08