Se marchó nuestro último poeta,
se nos fue sin dejarnos una nota,
sin decir ni siquiera una palabra,
se nos fue, sin luchar, con su derrota.
Se nos fue abandonado por la vida
y marchó cuando aún no era su hora,
a ese viaje tan largo en el destino,
a ese mundo de sombras cegadoras.
Sin embargo se fue con la sonrisa
en los labios tan tiernos de su boca,
en los pliegues marcados de sus ojos,
en las algas tan verdes de las rocas.
Teseo ©
05/01/09
se nos fue sin dejarnos una nota,
sin decir ni siquiera una palabra,
se nos fue, sin luchar, con su derrota.
Se nos fue abandonado por la vida
y marchó cuando aún no era su hora,
a ese viaje tan largo en el destino,
a ese mundo de sombras cegadoras.
Sin embargo se fue con la sonrisa
en los labios tan tiernos de su boca,
en los pliegues marcados de sus ojos,
en las algas tan verdes de las rocas.
Teseo ©
05/01/09