Han llegado las lluvias de otoño
con su lento caer sosegado,
han venido esas gotas tan dulces
a regar y a mojar a los campos.
Atrás quedan semanas y meses
de ese breve y caliente verano,
y con él los ardientes recuerdos
y los sueños que están enterrados.
Fueron días que tú los recuerdas
y quedaron allí, muy grabados,
en tu pecho sin tinta ni marca
con la llama de amor y el abrazo.
Teseo ©
08/10/08